AVIARIMAF3
  el acoplamiento
 

En esta pagina hablaremos más difusamente de la cría del canario, ésta es una sección dedicada al novel, es decir a la persona que se acerca por primera vez a nuestro mundo y que por lo tanto pueden desconocen el proceso de la reproducción de nuestros pequeños voladores.

No tratar bien los temas y no dando nada por conocido y teniendo presente que en la mayoría de los casos se trata de personas muy jóvenes y a los cuales va dirigido este pequeño articulo.

El criador con experiencia encontrará cosas para él más interesantes visitando otras páginas con artículos mas experto.

Iniciamos pues este emocionante viaje qué nos conducirá de la adquisición de un pareja de canarios para la reproducción, y asistiremos al milagro de la vida que cada año, y que puntualmente, se repite.

La primera cosa que tenemos que hacer, si queremos hacer reproducir a nuestros pájaros es obviamente la de adquirir un o mas parejas, y emparejarla en nuestra jaula de cría a un sujeto macho y una hembra.

El mi comentario seguramente hará sonreír a muchos pero éste debe quedar entendido porque deberemos tener la certeza de que realmente estamos en posesión de un macho y un hembra. Usted debe saber que entre los canarios desafortunadamente, y a excepción de los canarios de la categoría mosaico, que encontramos en los canarios de color, no existen dimorfismo sexual. Es decir, que su aspecto exterior ,el plumaje ¡no nos indica de ningún modo la diferencia entre los sexos!

Este al menos al ojo del principiantes y de algunos antiguos aficionados, en realidad un aficionado experto reconoce de algunos elementos somáticos o conductuales un macho de una hembra pero os puedo asegurar qué en algunas razas los sexos sólo se evidencian algunos días antes del acoplamiento.

Generalmente un macho tiene una actitud más ardida, es más vigilante sobre el posadero, a veces es más grande y a menudo tiene un color más intenso alrededor del pico . Pero éstas sólo son indicaciones que el tiempo y la observación nos dotas.

La única indicación segura que evidencia el macho es el canto desplegado contra un débil "chip" de la hembra. Esto es en todos los caso un hecho verdadero pero que por causa de la selección algunos canarios están desposeídos de dotes cantoras y en algunas razas existe una cara y una postura de hembra diferente al del macho.

Éste por ejemplo ocurre en las razas Border y Fife qué casi siempre evidencian su sexo en su primera visión. Esto también ocurre, aunque en menor medida, quizás a causa de la selección, en la raza Gloster. El qué de la dificultar en la identificación del sexo. Sencillamente porque él pájaros no tienen órganos genitales exteriores pero están dotados con un único órgano, la cloaca, que suple de docto excretor por los cuales rechazas los uro - fecales y por la emisión de secreciones sexuales (la esperma) o bien la introducción de éste en el órgano reproductivo femenino.

Con el mismo esfínter el pájaro absuelve todas sus tareas de expulsión de los residuos metabólicos y poniendo en comunicación las dos cloacas el macho puede fecundar a la hembra.

En efecto, es necesario subrayar bien que durante el acoplamiento él macho tiene una pequeña penetración, pero que es bastante sutil ,mas que nada un leve contacto a modo de beso de las dos cloacas. Antes dijimos que para la mayor parte de nuestros canarios los sexos sólo se evidencian pocos días antes del acoplamiento.

En efecto, también de un punto de vista anatómico exterior, antes de este período las cloacas de los dos sexos casi son idénticos, especialmente si los dos sujetos jóvenes.



Bastas pensar que el macho, incluso poseyendo, obviamente, los testículos en cada estación, durante el período de descanso reproductivo, éste son muy pequeños y por tanto son inadecuado para el fecundación.

Con la llegada de la primavera los testículos engordan notablemente y son como consecuencias de una mayor producción de hormonas que en el macho se manifiesta con una mayor predisposiciòn para el y una mayor predisposición para el acoplamiento y en la hembra un irrefrenable inquietud que demuestra a menudo sacudiendo las alas y la lleva a la búsqueda de un lugar dónde preparar el nido.

Es fácil en este período verla portar con el pico de pequeñas plumas o pedacitos de papel que trata de depositar en un rincón de la jaula. Es en este momento que las dos cloacas se distinguen haciendo mas fácil detectar la diferencia entres ambos y también se distingue, también los caracteres sexuales que se exteriorizas, de manera inequívoca el macho de la hembra tal como es explicado en los dibujos bajo reproducidos



Manuel laIsla.
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